La presentadora Kelly Osbourne ha vuelto a tener noticias recientemente de ciertos miembros de su círculo social con los que no había hablado en mucho tiempo después de que este verano empezara a acaparar titulares por su evidente pérdida de peso, que había pasado desapercibida hasta entonces debido a que ella había reducido sus apariciones en público durante la crisis del coronavirus.
Este curioso fenómeno alcanzó su punto álgido un día en el que siete hombres distintos, que anteriormente la habían rechazado sin contemplaciones debido a su físico, le propusieron que salieran en una cita.
«Eran tipos en los que yo había dejado claro que estaba interesada en el pasado, pero todos habían hecho los mismos comentarios: ‘Es una chica genial, pero está demasiado gorda’. ‘Es maravillosa, pero…’. Han sido ese tipo de personas las que han vuelto arrastrándose», ha desvelado la presentadora en el programa ‘The Talk’, en el que su madre Sharon participa como tertuliana. «Y yo les he dicho que no», ha añadido para aclarar que jamás le daría una oportunidad en el plano sentimental a alguien tan superficial.
Aunque el resto del mundo se haya fijado en los últimos meses en su aspecto físico, Kelly no ha parado de repetir que es tan solo el resultado más evidente de un largo proceso que no se limitó a su paso por quirófano para someterse a una operación conocida como manga gástrica, en la que se le extrajo parte del estómago.
«La transformación mental va primero. Yo estuve yendo todo un año a terapia antes de que me planteara siquiera recurrir a la cirugía. Y me operé hace casi tres años. Así que cuando digo que esto no es una solución milagrosa, es porque no existen los milagros. Tienes que comer sano y hacer deporte», ha señalado.