Aún cuando la OMS no aprobó el uso del inoculante impulsado por Cuba, el presidente de Venezuela anunció que dentro de tres meses los menores también recibirán una dosis.
Nicolás Maduro anunció que para octubre podrían empezar a vacunar contra el COVID-19 a los niños y jóvenes en Venezuela con la dosis cubana de Abdala, aún cuando todavía la OMS no aprobó el uso del inoculante y que diversas organizaciones en Venezuela cuestionan su efectividad.
«Es bien probable que ya para octubre el ensayo clínico en niños y niñas de Cuba esté completo y es probable que podamos empezar a vacunar a los muchachos de las escuelas y los liceos. Vamos a avanzar en un plan, pero en un plan perfecto», comentó Maduro en una alocución transmitida por la televisión estatal venezolana.
El martes, las autoridades venezolanas comenzaron a vacunar a la población contra COVID-19 con la candidata vacuna cubana. Un lote donado por La Habana llegó a Venezuela en días recientes y fue incorporado al plan de vacunación masiva del gobierno. Ambos países suscribieron un contrato para el suministro de 12 millones de dosis en los próximos meses.
Algunos venezolanos y sectores de la oposición habían expresado reserva sobre la falta de información de la campaña de vacunación.
En Twitter, el equipo de comunicación de líder de la oposición Juan Guaidó, anunció: «Ahora los venezolanos estamos en total indefensión y sin posibilidad de elección ante la imposición del producto biológico Abdala, sin aprobación de la OMS. Exigimos vacunas aprobadas para todos».
La Academia Nacional de Medicina de Venezuela también mostró preocupación por el anuncio de vacunar con el candidato vacunal cubano Abdala que, resaltó, está en “desarrollo experimental”, luego de que un lote de estos fármacos llegaran al país.
La Academia Nacional de Medicina de Venezuela también mostró preocupación por el anuncio de vacunar con el candidato vacunal cubano Abdala que, resaltó, está en “desarrollo experimental”, luego de que un lote de estos fármacos llegaran al país.
«La Academia Nacional de Medicina (…) expresa su preocupación ante la introducción en la población venezolana de productos de dudosa credibilidad científica», dijo en un comunicado, minutos después de que las autoridades informaran sobre la llegada de un primer lote del candidato vacunal del que hace dos días se anunció un 92,2 % de eficacia, según resultados preliminares.
Por otra parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reiteró el miércoles que la vacuna Abdala no cuenta con autorización de uso de emergencia por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Durante la conferencia de prensa semanal del organismo, Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, pidió a las autoridades cubanas que publiquen los datos de la vacuna “en revistas científicas”. Además, luego de que la dictadura venezolana anunciara esta semana que comenzó a aplicar esa fórmula, el doctor brasileño remarcó la importancia de que se informe sobre el procedimiento de evaluación y autorización en el país.
«Sería muy importante que los productores de la vacuna Abdala pudiesen, si terminaron todos los procesos de fase 1, 2 y 3, publicar estos datos en revistas científicas para que de una manera pública la comunidad científica pueda también evaluar y conocer estos datos», señaló Barbosa.

Venezolanos esperando turno para ponerse la dudosa vacuna Cubana

El subdirector de la OPS explicó que, si las autoridades cubanas tienen intención de ofrecer su vacuna para que sea incluida en el mecanismo Covax, «tienen que solicitar la autorización de uso de emergencia de la OMS». «Para eso, va a ser necesario una inspección para certificar que la producción está de acuerdo con las buenas prácticas de fabricación de vacunas, y también una evaluación completa y detallada de todos los ensayos clínicos de fase 1, 2 y 3».
Luego de que Venezuela anunciara que comenzó a aplicar la vacuna, Barbosa aclaró que cada país tiene independencia de decisión, pero aclaró: «Para no tener prejuicios o restricción a ninguna vacuna, siempre recomendamos que las autoridades reguladoras de los países puedan brindar información de manera muy transparente para su población, que evaluaron cómo fue el proceso de evaluación (y) cuál es la situación de la autorización».

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