Grandes contingentes de policía cubana patrullaron el lunes la capital de La Habana tras las inusuales protestas en la isla contra la escasez de alimentos y los altos precios en medio de la crisis del coronavirus. El presidente cubano dijo que las manifestaciones fueron provocadas en las redes sociales por cubanoamericanos en Estados Unidos.
Las protestas del domingo fueron una de las mayores muestras de sentimiento antigubernamental en este país tan controlado en años. Cuba atraviesa su peor crisis económica en décadas, junto con un resurgimiento de los casos de coronavirus, mientras sufre las consecuencias de las sanciones estadounidenses impuestas por la administración del ex presidente Donald Trump.
Muchos jóvenes participaron en manifestaciones en La Habana. También hubo protestas en otros lugares de la isla, como en la pequeña localidad de San Antonio de los Baños, donde la gente se opuso a los cortes de electricidad y recibió la visita del presidente Miguel Díaz-Canel. Díaz-Canel entró en algunas casas, donde respondió a las preguntas de los residentes.
Las autoridades parecían decididas a poner fin a las manifestaciones. Más de una docena de manifestantes fueron detenidos, entre ellos un destacado disidente cubano que fue arrestado al intentar asistir a una marcha en la ciudad de Santiago, a 900 kilómetros al este. Los manifestantes interrumpieron el tráfico en la capital durante varias horas hasta que algunos lanzaron piedras y la policía intervino para disolverlos.
El servicio de Internet era irregular, lo que posiblemente indica un esfuerzo por impedir que los manifestantes se comuniquen entre sí.
«Hemos visto cómo la campaña contra Cuba fue creciendo en las redes sociales en las últimas semanas» dijo Díaz-Canel el lunes en una comparecencia televisada a nivel nacional en la que también estuvo presente todo su Gabinete. «Así se hace: Tratar de crear inconformidad, insatisfacción manipulando emociones y sentimientos».
En una declaración el lunes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que los manifestantes cubanos estaban haciendo valer sus derechos básicos.
«Estamos con el pueblo cubano y su clarificador llamado a la libertad y al alivio de las trágicas garras de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico al que han sido sometidos por el régimen autoritario de Cuba» dijo Biden.
Estados Unidos insta al gobierno cubano a servir a su pueblo «en lugar de enriquecerse», añadió Biden.
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, subrayó el lunes la posición de la ONU «sobre la necesidad de que la libertad de expresión y de reunión pacífica se respete plenamente, y esperamos que así sea».
Las manifestaciones fueron extremadamente inusuales en una isla donde se tolera poco la disidencia contra el gobierno. La última gran manifestación pública de descontento, por las dificultades económicas, tuvo lugar hace casi 30 años, en 1994. El año pasado, hubo pequeñas manifestaciones de artistas y otros grupos, pero nada tan grande o extendido como lo que estalló este fin de semana pasado.
En la protesta del domingo en La Habana, la policía se quedó inicialmente atrás mientras los manifestantes coreaban «¡Libertad!» y «¡Basta!». Un motociclista sacó una bandera de Estados Unidos, pero se la arrebataron otros.
«Estamos hartos de las colas, de la escasez. Por eso estoy aquí», dijo un manifestante de mediana edad a The Associated Press. No quiso identificarse por miedo a ser detenido posteriormente.
Más tarde, unos 300 manifestantes progubernamentales llegaron con una gran bandera cubana, gritando consignas a favor del difunto presidente Fidel Castro y de la revolución cubana. Algunos agredieron a un videoperiodista de AP, rompiendo su cámara. El fotoperiodista de AP Ramón Espinosa fue entonces golpeado por un grupo de policías de uniforme y de paisano; sufrió una fractura de nariz y una herida en el ojo.
La manifestación llegó a contar con varios miles de personas en las inmediaciones de la avenida Galeano y los manifestantes siguieron adelante a pesar de algunas cargas de los policías y de las descargas de gases lacrimógenos. Las personas situadas en muchos balcones a lo largo de la céntrica arteria del barrio de Centro Habana aplaudían a los manifestantes que pasaban por allí. Otros se unieron a la marcha.
Alrededor de dos horas y media después de iniciada la marcha, algunos manifestantes arrancaron adoquines y los lanzaron a la policía, momento en el que los agentes comenzaron a detener a personas y los manifestantes se dispersaron. Los periodistas de AP contaron al menos 20 personas que fueron llevadas en coches de policía o por individuos vestidos de civil.
Aunque muchas personas intentaron sacar sus teléfonos móviles y transmitir la protesta en directo, las autoridades cubanas cortaron el servicio de Internet durante toda la tarde del domingo.
El lunes, las autoridades cubanas bloquearon Facebook, WhatsApp, Instagram y Telegram, dijo Alp Toker, director de Netblocks, una firma de monitoreo de Internet con sede en Londres.
«Esto parece ser una respuesta a las protestas impulsadas por las redes sociales», dijo. Twitter no parecía estar bloqueado, aunque Toker señaló que Cuba tiene la capacidad de cortarlo si lo desea.