Orígenes de coronavirus | Esta es la cuarta misiva publicada por este grupo. El régimen chino está sometido a una presión cada vez mayor para que permita inspeccionar cualquier lugar que pueda haber filtrado accidentalmente el SARS-CoV-2.
Varios científicos de renombre de todo el mundo han pedido que se investigue el origen del SARS-CoV2. Cada vez cobra más fuerza la hipótesis de que el COVID-19 está causado por un virus encontrado en Wuhan. China. La carta abierta está firmada por Jamie Metzl (investigador principal del Consejo Atlántico de Estados Unidos), Virginie Courtier (genetista evolutiva con sede en París) y Richard Ebright (profesor de química de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos).
Esta cuarta carta fue publicada por el grupo de expertos en un momento en que los científicos exigen transparencia al régimen chino y una inspección mundial sin restricciones del Instituto de Virología de Wuhan. Muchos temen que este laboratorio pueda haber sido el lugar donde se propagó accidentalmente el coronavirus.
El biólogo canadiense Derrick Ross, cofundador del laboratorio Moderna, declaró que está «convencido» de que el virus pudo escapar del instituto donde se investigaba el coronavirus. Afirmó que el laboratorio de Wuhan había trabajado con él. «Es un hecho, y estoy seguro de que vino de allí, que se le escapó». Pekín negó esta posibilidad al comienzo de la pandemia e intentó instalar el COVID-19 en los mercados de alimentos de la provincia de Hubei.
Los científicos escribieron en una carta del 28 de junio «Todos los pueblos, todas las naciones, incluida China, tienen interés en que se identifique el origen de la pandemia y se aborden nuestras mayores vulnerabilidades. Es lamentable, por tanto, que no se hayan realizado investigaciones exhaustivas de todos los posibles orígenes y que no estén previstas en la actualidad».
Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud, declaró que las familias de las víctimas del COVID-19 «merecen que se averigüe el origen de este virus para que podamos evitar que se repita». Los líderes del G7 hicieron una declaración conjunta en la que instaban a la OMS a convocar un estudio de fase 2 sobre el origen del COVID-19 que se realice de forma rápida, transparente, por expertos y con base científica. También debería incluirse a China, de acuerdo con las recomendaciones de los expertos. Los científicos y comunicadores científicos pidieron una investigación exhaustiva sobre el origen de la pandemia.
Todos los registros, muestras y personal relevantes en China y en otros lugares. En la carta se afirmaba que las generaciones futuras corren un riesgo innecesario si no se investigan a fondo los orígenes y se pedía a los líderes mundiales que investigaran de la forma más completa posible. Pero, el gobierno de Xi Jinping se niega a cooperar.
También prohibió a los médicos de Wuhan hablar sobre el misterioso virus respiratorio que empezó a infectar a los pacientes de la ciudad. El acuerdo de confidencialidad que firmaron los científicos del Instituto de Virología para impedir que hablaran de lo que allí ocurrió también exigía la firma de los científicos que participaban en las tareas de desarrollo o que trabajaban en el Instituto de Virología.